Corren malos tiempos para destinar mucho dinero a la decoración del hogar. Aunque siguiendo estas fases dotarás a tu casa de un estilo que case mucho con tus gustos por poco dinero:
1. La pintura: modificar el color de las paredes de una estancia puede cambiar mucho su aspecto e incluso hacerla parecer nueva. Dedica tiempo a elegir el color teniendo en cuenta el tamaño y la luz de la habitación y los muebles de los que dispones. Y sobre todo, evita el blanco y colores demasiado chillones. Antes de pintar vacía la habitación y protege con cinta aislante ventanas, puertas y rodapiés.
2. Configuración del mobiliario: con la habitación ya pintada, estudia bien el tamaño y la forma de la sala antes de colocar el mobiliario para evitar problemas de espacio y de acceso. Cuando lo tengas claro procede a poner los muebles en su sitio.
3. Análisis: con todo montado, es el momento de analizar cómo ha quedado. Seguramente encontrarás zonas muy recargadas y otras más vacías. Con un minucioso estudio visual encontrarás la solución al problema: qué falta y qué sobra para que la habitación se ajuste a lo que queremos.
4. Adquisición de muebles y complementos: finalizada la fase anterior tendrás muy claro qué es lo que necesitas. Se trata de buscar un determinado tipo de muebles y complementos de calidad y al mejor precio. Para ello, dedica tiempo a estudiar el mercado, analiza las distintas alternativas y elige las mejores.
5. Evolución continua y pulcritud: la decoración es trabajosa pero también es divertida y debe estar evolucionando constantemente: añadiendo y quitando muebles y modificando la posición de éstos. Y lo más importante: mantén limpia y ordenada la estancia porque, de lo contrario, no hay decoración que valga.
Es fácil, ¿verdad?
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